El embarcadero de
Aranjuez siempre me ha llamado la atención, pienso que el estudio más curioso que se podría hacer de él es el psicológico, como
arquitectura defensiva no aporta nada.
Piense usted, a un alto mando de la marina española, de los que mandaban un galeón y se jugaban constantemente la vida, luchando contra piratas y corsarios, seguramente con el cuerpo lleno de cicatrices y quizá alguna amputación. Pues bien imagínese que por algún azar del destino desembarca nuestro intrépido marino
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