Los Fernán Núñez tienen enterramiento en muchos lugares. Este último panteón fue construido al lado del
Castillo de La Alameda de Osuna.
Quizás el detonante para su construcción fuese la muerte de Isabel Falcó y Osorio, hija de los terceros duques de Fernán Núñez, ocurrida en
Málaga el ocho de mayo de 1875, con diecisiete años. La tercera duquesa, María Pilar Osorio de los
Ríos, decide erigir un mausoleo para acoger los restos de su hija.
Se trata de una
capilla con una planta rectangular, sobre la que se levanta una
bóveda de crucería, cubierta exteriormente por un
tejado a dos
aguas, dividida en tres tramos a los que se suma otro que hace las veces de sacristía, situado tras el
altar mayor. En este último se dispone una
escalera por la que se tiene acceso a la cripta, ubicada bajo la nave, que, asimismo, está dividida en tres tramos de bóveda rebajada. Del estilo sobrio del interior destacan los cuatro grandes mausoleos, dispuestos dos a cada lado de la nave bajo los huecos de los
arcos ojivales de la bóveda, obra del
escultor Elías Martín Riesco (1839-1910) que trabajaría en otras ocasiones para los duques.