El origen del
Castillo de
Barajas se remonta a finales del siglo XIV o principios del XV, y se vincula a la
familia Zapata, que ostentaba el señorío que se extendía por las villas de Barajas y La Alameda. Se ubica en una zona de alto valor arqueológico, donde está constatada la presencia de asentamientos humanos desde la Prehistoria.
Ha sido escenario de importantes acontecimientos. En él residió, en 1599, la reina Margarita de
Austria antes de su entrada en
Madrid, tras su
boda con Felipe III en
Valencia y, en él, sufrieron cautiverio varios personajes de la Corte caídos en desgracia.
En 1580, estuvo preso allí, tras unas desavenencias con el rey, don Fernando Álvarez de
Toledo, III Duque de Alba (famoso y temido gobernador de Flandes) corriendo, posteriormente en 1622, la misma suerte Pedro Téllez de Girón, III Duque de Osuna y virrey de Nápoles, quien acabó, además, muriendo en su prisión de la Alameda. Este castillo fue construido por Diego Hurtado de Mendoza, Almirante Mayor de Castilla.
Por decisión expresa de Don Diego, a su muerte en 1404, el Señorío le fue otorgado a su prima y amante doña Mencía González de Ayala. Esta se casó, en 1406, con Ruy Sánchez de Zapata y aportó como dote a dicho casamiento el señorío. Razón por la cual, el castillo y la jurisdicción sobre estos territorios pasaron a ser propiedad de la familia de los Zapata que, con el tiempo, adquiriría también gran peso en el entorno de la Corte.