Pocas referencias históricas
Si reconstruir la evolución histórica de cualquier localidad de este país ya representa generalmente una tarea harto complicada, en el caso de Becerril de la Sierra lo es aún más a causa de la desaparición de las fuentes primordiales para su estudio, principalmente del Archivo Municipal. A ello se une la existencia de escasas referencias documentales de este municipio, que sólo permite estudiar su evolución dentro de un marco más amplio, como es el Real de Manzanares.
Aunque la primera mención documental de Becerril aparece fechada en 1385, todos los indicios apuntan que su origen como núcleo de población es bastante anterior, pudiendo datar de la primera mitad del siglo XIV. Las características del término de Becerril, con tierras dedicadas fundamentalmente al pasto y al aprovechamiento forestal, pudo motivar el asentamiento definitivo de algunas personas que acabaron formando un nuevo núcleo de población, que dependía de Manzanares en lo administrativo pero poco a poco fue afirmando su personalidad como aldea.
Así, Becerril consigue en 1636 la segregación definitiva de Manzanares, al conseguir el privilegio de villazgo por merced del Rey, que en 1658 confirmará la petición formulada por Don Rodrigo de Mendoza, Duque del Infantado. Si bien se desconoce el origen de los primeros vecinos de la nueva aldea del Real, lo más probable es que procedieran de la misma villa de Manzanares u otras aldeas del Real.
Si reconstruir la evolución histórica de cualquier localidad de este país ya representa generalmente una tarea harto complicada, en el caso de Becerril de la Sierra lo es aún más a causa de la desaparición de las fuentes primordiales para su estudio, principalmente del Archivo Municipal. A ello se une la existencia de escasas referencias documentales de este municipio, que sólo permite estudiar su evolución dentro de un marco más amplio, como es el Real de Manzanares.
Aunque la primera mención documental de Becerril aparece fechada en 1385, todos los indicios apuntan que su origen como núcleo de población es bastante anterior, pudiendo datar de la primera mitad del siglo XIV. Las características del término de Becerril, con tierras dedicadas fundamentalmente al pasto y al aprovechamiento forestal, pudo motivar el asentamiento definitivo de algunas personas que acabaron formando un nuevo núcleo de población, que dependía de Manzanares en lo administrativo pero poco a poco fue afirmando su personalidad como aldea.
Así, Becerril consigue en 1636 la segregación definitiva de Manzanares, al conseguir el privilegio de villazgo por merced del Rey, que en 1658 confirmará la petición formulada por Don Rodrigo de Mendoza, Duque del Infantado. Si bien se desconoce el origen de los primeros vecinos de la nueva aldea del Real, lo más probable es que procedieran de la misma villa de Manzanares u otras aldeas del Real.