19 de noviembre de 2005, 18h40
El arte contemporáneo inunda el pueblo de Berzosa de Lozoya. Vídeo: Ver vídeo
Un pequeño pueblo del valle madrileño de Lozoya ha sido "invadido" por obras de arte de la más rabiosa vanguardia. Algunos vecinos se toman en broma las ocurrencias de estos artistas. Otros confiesan su falta de criterio para entender y valorar algunas ocurrencias del arte contemporáneo.
Los 200 feligreses de la parroquia de Berzosa de Lozoya no acudieron ayer a misa de siete. Estaban en la Feria de Arte contemporáneo del pueblo. En una vídeo instalación, mediante un sistema informático hacen bailar a las personas de la pantalla simplemente cantando. Los vecinos del pueblo se han atrevido a coger el micrófono y cantar algo para ver cómo el personaje se mueve.
También los lugareños encuentran a esta peculiar gastroartista. Una original caja de música, video instalaciones o lego. Obras de vanguardia con las que todos quedan contentos.
Pero como toda Feria de arte, Mirador 2005 también sale a la calle. Mil lápices junto al prado donde pastas las ovejas. En el lavadero del pueblo un trabajo casi de chinos.
Todo un acontecimiento que no termina de convencer a las más antiguas del lugar. Así una anciana vecina comenta : "yo, por mí, que hagan lo que quiera, pero yo no tengo ganas de ir a verlo".
El arte contemporáneo inunda el pueblo de Berzosa de Lozoya. Vídeo: Ver vídeo
Un pequeño pueblo del valle madrileño de Lozoya ha sido "invadido" por obras de arte de la más rabiosa vanguardia. Algunos vecinos se toman en broma las ocurrencias de estos artistas. Otros confiesan su falta de criterio para entender y valorar algunas ocurrencias del arte contemporáneo.
Los 200 feligreses de la parroquia de Berzosa de Lozoya no acudieron ayer a misa de siete. Estaban en la Feria de Arte contemporáneo del pueblo. En una vídeo instalación, mediante un sistema informático hacen bailar a las personas de la pantalla simplemente cantando. Los vecinos del pueblo se han atrevido a coger el micrófono y cantar algo para ver cómo el personaje se mueve.
También los lugareños encuentran a esta peculiar gastroartista. Una original caja de música, video instalaciones o lego. Obras de vanguardia con las que todos quedan contentos.
Pero como toda Feria de arte, Mirador 2005 también sale a la calle. Mil lápices junto al prado donde pastas las ovejas. En el lavadero del pueblo un trabajo casi de chinos.
Todo un acontecimiento que no termina de convencer a las más antiguas del lugar. Así una anciana vecina comenta : "yo, por mí, que hagan lo que quiera, pero yo no tengo ganas de ir a verlo".