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BRUNETE: AQUEL VIAJE A BRUNETE...

AQUEL VIAJE A BRUNETE

Un martes del mes de junio de 1970, la sombra de una triste batalla se dejaba notar sobre aquel viaje. Donde el padre y su hijo circulaban camino de aquel destino, que hacia muchos años, había decidido quitarle la vida al hermano pequeño del padre, que murió en la terrible batalla de Brunete. Las palabras parecían como si fueran condenas de la historia. El hijo conducía el automóvil sin ninguna prisa, aunque su padre le iba contando la historia de la muerte de su hermano, que según su comentario, murió en la ambulancia camino del hospital, una tarde del mes de junio de aquel fatídico año de 1937. El padre quería conocer el pueblo de Brunete, y sus terrenos por donde su hermano fue herido, y cuando la ambulancia le transportaba por aquellas carreteras, de desastre, un proyectil de artillería, alcanzo de lleno a la ambulancia, muriendo todos sus ocupantes. El padre le iba explicando todo aquel penoso caminar, de aquel sufrido mes de junio del 37, como diría aquel hombre que también había pasado toda la guerra civil en los campos de batalla.” La guerra nos dejo marcados a toda nuestra generación”, La tensión se notaba en el camino, el hijo escuchaba atentamente la historia, que alguna vez de pasada su padre le contó al calor de la lumbre. Al divisar Brunete, el padre cayo unas lagrimas que al hijo le dieron que pensar, recorrieron el pueblo que entonces se encontraba en expansión de crecimiento, y al rato pararon en uno de sus bares, donde pudieron entablar conversación con dos de sus clientes, donde recibieron datos y señales de la maldita guerra civil, que dejo al pueblo casi destruido totalmente. Brunete se encuentra cerca de la capital de España, Madrid, a 32, kilómetros por carretera, y después de darse varias vueltas por dicha localidad, decidieron acercarse hacia Villanueva de la Cañada, para poder contemplar todos sus alrededores, y así dejar constancia de aquella historia de muerte. que tantos años le había tenido pendiente, al tiempo que dejaba de ser una terrible pesadilla. pensando en su hermano. Al conocer aquella tierra que en aquellas fechas se rego de sangre de los soldados de ambas partes contendientes. El padre nunca más pudo ver a su hermano, ya que en aquellas fechas se encontraba en el frente de Aragón. donde participo en la batalla del Ebro. Con los ojos regados de lagrimas, el padre regresaba hacia Madrid, para poder después volver a su tierra castellana. Donde muchas veces pensó en aquel triste final del hermano menor, que sin tener ningún ideal, llego a morir en tan terrible batalla. Brunete fue en aquel verano del 1937, un lugar donde la muerte era lo más fácil de lograr, los proyectiles balas y bombas de aviación, se dejaban notar por cualquier rincón, sin saber de que color podía ser el humano que tuviera la fatalidad de encontrarse con ellas. El hermano que allí murió, era conducido al hospital más cercano de guerra, pero los proyectiles no saben de seres humanos, alcanzan donde son dirigidos, y entonces causan sus mortales consecuencias. Aquel viaje solo dejo marcas de dolor de ausencia, y sin poder aclarar las cantidades de muertes de tan penosa batalla. Hoy Brunete es de los pueblos de la zona oeste de Madrid con más progreso en edificaciones, y las terribles huellas de aquella batalla, solo quedan en el recuerdo, de tantos familiares que allí dieron su vida, algunos soñando una nueva España, y otros defendiendo sus ideales, que quizá nunca pudieron lograr en su vida. La batalla solo nos dejo sus rasgos de destrucción dolor y muerte. Pidamos que nunca más se repita esta historia entre hermanos españoles.
G X Cantalapiedra.