Cañadas reales. Trashumancia.
En la búsqueda de pastos, las fronteras no han sido nunca un problema insuperable. Desde los tiempos más remotos ha existido el trasiego del ganado en busca de alimento. Existen evidencias de estos movimientos en la edad del bronce. Posteriormente, en Grecia, sur de Francia y Yugoslavia se constataron movimientos trashumantes durante los siglos IV y V antes de Cristo. En la península ibérica, no fue hasta los siglos XII y XIII cuando la trashumancia empezó a tener un gran protagonismo debido a la reconquista de los pastos del sur.
La trashumancia es un movimiento de migración del ganado en busca de los pastos frescos durante los meses de verano en las montañas, y de temperaturas más suaves en las comarcas del sur y en el fondo de los valles.
Como consecuencia de estos movimientos trashumantes, empezaron a formarse las primeras mestas o agrupaciones de ganaderos locales. Esta
Animales que pasan por una cañada rural.
Estaba formada por los llamados "hermanos de la mesta", que eran todos los ganaderos que cotizaban a la institución con independencia de las cabezas de lanar que tuvieran. En esta situación, en el siglo XV se desplazaban por Castilla 5 millones de ovejas en recorridos de hasta 600 kilómetros.
El principal objetivo por el que se realizaba la trashumancia no era, como
se puede pensar la explotación de carne o de leche, sino de lana, que entonces, era la fibra textil más empleada. El paso de los ganados se realizaba por caminos que, diferenciados según su anchura; si el camino mide unas 90 varas que son aproximadamente unos 75 metros, se denominan cañadas, si la anchura es de 37, 5 metros, se llaman cordeles, y si miden unos 20 metros se les conoce por veredas.
Según la Ley del 23 de marzo de 1995 se entiende por vías pecuarias las rutas o itinerarios por donde discurre o ha venido discurriendo tradicionalmente el tránsito ganadero.
Actualmente, dichos caminos son patrimonio público, y forman entre todos ellos una red que une casi todas las provincias españolas, a través de una red de 120.000 kilómetros. El problema es que hoy en día estos caminos han perdido su encanto debido principalmente al desuso, con la posterior invasión por nuevas infraestructuras, etc. Se calcula que de la cantidad de terreno ocupado.
En la búsqueda de pastos, las fronteras no han sido nunca un problema insuperable. Desde los tiempos más remotos ha existido el trasiego del ganado en busca de alimento. Existen evidencias de estos movimientos en la edad del bronce. Posteriormente, en Grecia, sur de Francia y Yugoslavia se constataron movimientos trashumantes durante los siglos IV y V antes de Cristo. En la península ibérica, no fue hasta los siglos XII y XIII cuando la trashumancia empezó a tener un gran protagonismo debido a la reconquista de los pastos del sur.
La trashumancia es un movimiento de migración del ganado en busca de los pastos frescos durante los meses de verano en las montañas, y de temperaturas más suaves en las comarcas del sur y en el fondo de los valles.
Como consecuencia de estos movimientos trashumantes, empezaron a formarse las primeras mestas o agrupaciones de ganaderos locales. Esta
Animales que pasan por una cañada rural.
Estaba formada por los llamados "hermanos de la mesta", que eran todos los ganaderos que cotizaban a la institución con independencia de las cabezas de lanar que tuvieran. En esta situación, en el siglo XV se desplazaban por Castilla 5 millones de ovejas en recorridos de hasta 600 kilómetros.
El principal objetivo por el que se realizaba la trashumancia no era, como
se puede pensar la explotación de carne o de leche, sino de lana, que entonces, era la fibra textil más empleada. El paso de los ganados se realizaba por caminos que, diferenciados según su anchura; si el camino mide unas 90 varas que son aproximadamente unos 75 metros, se denominan cañadas, si la anchura es de 37, 5 metros, se llaman cordeles, y si miden unos 20 metros se les conoce por veredas.
Según la Ley del 23 de marzo de 1995 se entiende por vías pecuarias las rutas o itinerarios por donde discurre o ha venido discurriendo tradicionalmente el tránsito ganadero.
Actualmente, dichos caminos son patrimonio público, y forman entre todos ellos una red que une casi todas las provincias españolas, a través de una red de 120.000 kilómetros. El problema es que hoy en día estos caminos han perdido su encanto debido principalmente al desuso, con la posterior invasión por nuevas infraestructuras, etc. Se calcula que de la cantidad de terreno ocupado.