Es increíble como estos animales establecen sus moradas cerca de los humanos. No hay
pueblo en
España que no tenga su
nido, la mayor de las veces varios en los
campanarios de las
iglesias. Es frecuente verlos en el
campo picoteando en lugares húmedos en busca de alimento o cogiendo ramas o hierba para sus
nidos, que hacen en encinas y otros
árboles, muchas veces al borde de las carreteas, pero también como se aprecia en la
fotografía en las
espadañas y campanarios de los templos. No les asustan los
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