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CAMPO REAL: De mi libro:"Leyendas Andalusies Almiaregenses"os publico...

De mi libro:"Leyendas Andalusies Almiaregenses"os publico otra leyenda de su contenido, dedicada al D. Rodrigo, ultimo de los reyes visigodos.
3. EL TESORO ESCONDIDO

“En el nombre de Dios clemente y misericordioso”.
¡Oh, mi telmid Ahmed, dice el Imán Ibrahim!

Dicen las leyendas paganas, que cuando el héroe griego Hércules, llegó a Toledo, construyó un fastuoso palacio, de acuerdo con su estatus de semidiós, hijo del dios Júpiter y de Alcmena, élla princesa mortal.
El dios Juno, ante las noticias del nacimiento de Hércules, en el Olimpo, e ideo un plan para destruir al hijo de su rival, Júpiter y le envió dos enormes serpientes para acabar con su vida.
Teocrito, compone esta estrofa sobre él.

“A ello será entregado tu hijo,
Con su gran corazón para ganarse su puesto en el cielo;
Doce tareas deberá desempeñar y cosas malditas
y brutales superar, hombres brutales lo peor;
y en Traquinia, la pila funeraria.
Purificara a sus víctimas con fuego;
y él cabalgata entre las estrellas, y será
Reconocido como pariente de aquellos que le envidiaron,
y enviara estas formas nacidas en madrigueras
Para aplastar su destino”.

Allí en ese poderoso edificio, guardo un gran tesoro. Después cerró sus puertas, dejando a diez centinelas, a los cuales les entregó un candado, dando la orden de que cuando muriera uno de ellos, fue reemplazado por otro que cumpliera esa custodia.
Así siguió la costumbre, y pasando el tiempo, los reyes posteriores pusieron cada uno, un nuevo candado a la puerta de este palacio, con el objetivo de que nadie ajeno traspasara su puerta, y se apropiara del tesoro escondido.
Cuando empezó el reinado del último río visigodo, D. Rodrigo ya había veinticuatro candados que protegían el tesoro oculto y los notables de la ciudad, jueces y clérigos, insistieron ante el rey que pusiera un nuevo candado, como tradicionalmente lo habían hecho sus antepasados.
El rey hizo caso omiso, e insistió en entrar dentro del recinto y desvelar secreto oculto.
Todo su séquito insistió que no hiciera y que si lo que buscaba eran tesoros, ellos mismos se lo conseguirían para su rey, pero D. Rodrigo no hizo caso de sus súplicas y pidió que le llevaran la llave de todos los candalos con objeto de traspasar las puertas.
Al notar la tardanza en entregar las llaves, ordenó por la fuerza arrancar los candados de las puertas, hasta que abiertas pudo penetrar en el interior del palacio.
Entonces, encontró una sala que aunque exteriormente tenía forma cilíndrica, en su interior era cuadrada, formada por cuatro estancias. Una era blanca como la nieve; otra negra como el pez; otra verde como la esmeralda y la otra roja como la sangre.
Al llegar a la tercera, encontró un área con una ornamentación, finamente labrada pero con un candado que ordenó violar el cierre por su ansiedad en conocer el secreto que guardaba.
Pronto, se asombró el rey y los que le acompañaban, al descubrir en su interior, una tela blanca como un tapiz pintado con unos personajes con arcos, flechas, lanzas y pendones montados a caballo y todos ellos vestidos a la usanza árabe. Finalmente se podía apreciar una inscripción o leyenda donde rezaba: “Cuando este tapiz sea extendido y aparecieran estas figuras, hombres que andarán asi vestidos, conquistaran Hispánia y se harán de ellas señores”.
Al rey le preocupo bastante lo sucedido, y ordenó a su gusto a su séquito que no contaran a nadie lo ocurrido.
Cuenta la Leyenda, que al poco tiempo, un águila gigante, portaba un tizón encendido en el pico y lo depositó en el palacio, y aleteando propago el fuego por todo el edificio, reduciéndolo a cenizas y estás fueron tomadas por otras aves, que con sus alas lo propagaron por todo Hispánia.
En el año 711, Toledo es conquistada por Tareq, lugarteniente de Muza, y es un hecho histórico, que cuando Tareq fue a recibir a su superior, éste le cruzó la cara con un látigo por desobedecer sus órdenes en cuanto a la logística de la conquista y le arresto y le mando encadenar.

¡Oh, mi telmid Ahmed! “Cumplir siempre la ley y la tradición”.

Las gentes son felices, si se dictan leyes, pero no obstante gozan más en violarlas.
Así como los niños que juegan la orilla del océano y levantan con hostinada paciencia, torres de arena y las destruyen entre sarcasmos y risas. Sin embargo, mientras construyen esas torres, el océano deposita mas arena en la playa. Y cuando las destruye, el océano, ríe junto a ellos.
Pero ¿Y aquellos para quienes la vida no es un océano y las leyes de los hombres no son fugaces castillos de arena? ¿Y aquel que llegó temprano a una fiesta y una vez harto de comer y beber, se aleja diciendo que las fiestas son inmorales y los concurrentes violadores de las leyes? ¿Que dirá de ellos, que están a la luz de sol, pero dándole la espalda? Ven solo sus sombras y sus sombras son sus leyes. ¿Y que el sol para ellos, no es sino una cosa que produce sombras? ¿Y que es acatar las leyes, sino encorvarse y rastrear sus sombras sobre la tierra?

Dicele, Ahmed ¡Oh, mi respetado Imán Ibrahim, que así sea y se cumpla, y doy gracias a Alah, por vuestra sabiduría y la enseñanza que me transmitís!

Dice el Sagrado Libro “Alcorán” en la “aleya” sobre la ley de Dios en la “azora” VI.

¡Oh, Creyentes!

“He aquí un libro que he sido enviado de lo alto, y que no haya ninguna inquietud en tu corazón respecto a este Libro, y no vaciles en advertir por medio de este Libro; que sirva de amonestación a los creyentes”.
Seguid la Ley que se ha venido de Vuestro Señor y no sigáis a más patrones que Él. ¡Oh, cuan poco pensáis en ello!

En la “aleya” sobre la “Unidad de Dios”, de la “azora”XCII, dice:

¡Oh, Creyentes!

“Di, Dios es uno... Es el Dios a que en todos los seres se dirigen en sus necesidades. No ha engendrado, y no ha sido engendrado. No tiene igual a nadie”

Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"