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Los Estados Unidos de América y España: Una visión diferente de la realidad nacional
Recientemente es realizado un viaje de turismo a los Estados Unidos de América, donde he visitado a unos familiares y he podido conocer algunos aspectos típicos de esta sociedad.
He participado en diferentes ambientes y he podido analizar algunas cualidades del pueblo norteamericano, siendo los más sobresalientes: su patriotismo, su sentido de disciplina y orden en cuanto al estado de limpieza de las ciudades, sus avenidas, calles, edificios, e incluso la limpieza absoluta de las urbanizaciones y su entorno y su respeto a los derechos de los animales (libre presencia en urbanizaciones de ciervos, zorros, ardillas, conejos, etc.,) además de su alto nivel tecnológico en el confort del hogar (trituradora de residuos, lámparas de solares etc.,) y el amor a sus tradiciones y a su historia.
Esta gran nación, multirracial, donde conviven multitud de personas de distinta procedencia (anglosajones, latinos, afroamericanos, judíos, italianos, población autóctona, musulmanes, centroeuropeos, etc.,) es una mezcolanza de razas y de culturas, y conviven pacíficamente en armonía entre todos y cuyo lazo de unión, es el idioma inglés, independientemente del uso de otros idiomas pertenecientes a la etnia a la que pertenece el individuo en particular (español, italiano, hebreo, árabe, etc.,) y el otro, quizas mas más significativo es el profundo respeto a la bandera o enseña nacional norteamericana.
Un rasgo característico del ciudadano norteamericano es su patriotismo, que se apercibe visitando cualquier Estado de esta Federación donde en Instituciones o en viviendas particulares es fácil de divisar la exhibición espontánea de sus símbolos nacionales, materializados en su bandera.
¡Que modelo de país, los Estados Unidos de América, con una superficie en el entorno de veinticinco veces mayor que España y todos unidos bajo una misma bandera a la que defienden y se sienten orgullosos de su enseña patria!
También ratificas este patriotismo si te acercas a Washington, donde uno de los monumentos más visitados son los “In memorial” en dedicación a sus mártires de las diversas guerras donde ha intervenido los Estados Unidos de América, como la 1ª y 2ª Guerras Mundiales, la guerra de Corea, Vietnam y ahora en las guerras de Oriente.
También visite Newyork, la ciudad de las mil culturas por la procedencia de los seres humanos que la habitan y a excepción de la sede la ONU, donde se encuentran las enseñas de los diversos países del mundo, solo pude divisar en las distintas zonas de la ciudad, un solo símbolo, la bandera norteamericana que se exhibe orgullosamente, e incluso con vanidad en los edificios mas carismáticos y que representa a las gentes que conviven pacíficamente en esta urbe.
Igualmente he tenido la experiencia de visitar la península de la Florida, la ciudad de Orlando, donde comprobé la presencia de banderas en los hogares en los distintos lugares.
Estos testimonios me demuestran que los Estados Unidos de América es una nación viva y que la mayoría de sus ciudadanos tienen una conciencia nacional al exhibir con orgullo lo que representa a la nación, que su bandera.
Otra característica muy importante en la forma de ser del ciudadano norteamericano, es su amor a la tradición y a su historia.
He visitado un lugar carismático como es Williansburg en el Estado de Virginia y existe un área de memoria histórica, reproduciendo la ciudad en el año 1776, fecha de su independencia, como colonia inglesa y si visitas esta villa, podrás apreciar a sus gentes ataviadas con vestidos de época, deambulando entre sus calles representando toda la tipología social de la época y allí esta, el Palacio del Gobernador inglés, que luego seria la estancia de los dos primeros Presidentes de los Estados Unidos, como nación libre, soberana e independiente del dominio ingles, el Capitolio, como sede parlamentaria, la Iglesia, el Tribunal de justicia, la cárcel, las diferentes tabernas, la herrería, la joyería, la carpintería etc., y están también caracterizadas las gentes de aquel entonces e incluso, los soldados ingleses de la época, con sus uniformes completando la historia de un pueblo que gracias a su solidaridad entre ellos, dieron vida al nacimiento de una nación, hoy quizás, la más poderosa a nivel mundial en esta época.
Uno de los aspectos, que más me ha hechizado, es la buena acogida que he tenido personalmente en algunos de los lugares que he visitado por las gentes del lugar, en referencia, a mi origen español, puesto que el área donde me he movido esta al norte, Estado de Maryland, Virginia, etc., y generalmente la mayoría de la gente es de habla inglesa. No obstante, la gente que conoce algo de español, o bien por su origen o por la visita turística a nuestro país, tenían un máximo interés en relacionarse conmigo y recordar las tradiciones y costumbres españolas.
Otro detalle que pude comprobar personalmente es que en un Centro Comercial (Sohping Centre) vi un negocio de hostelería “Spanish Tapas” y estaba totalmente abarrotado de ciudadanos anglosajones disfrutando del placer del consumo de la mercancía en alusión a comida típica española, como patatas bravas, paella, sangría etc...
El embrujo y el hechizo del lugar era una imitación muy representativa de una “taberna típica española” con su mostrador, su surtidor manual de la cerveza, y su decoración especial como un zócalo alicatado de azulejos andalusíes, multitud de cuadros de toreros, fotografías de ambientes madrileños etc..
Todo el mundo estaba consumiendo y disfrutando del ambiente y aparentemente el negocio era un éxito respecto a los otros similares de su entorno.
¿Por que gusta tanto lo español? Si otras gentes ajenas de tradición y cultura, lo valoran tanto, como es posible que los españoles no sientan mayoritariamente orgullo de su raza y de su historia.
¡Que paradoja! En la nación más poderosa del mundo, se añora lo español y su cultura y en España, algunos españoles se avergüenzan de su origen y muestran una falta absoluta de entendimiento y solidaridad entre regiones.
¿Que locura colectiva nos invade? Es acaso, castigo de Dios, o un maleficio que nos dirige hacia la ineludible y futura desintegración de la patria.
¡Pobre España! Eres digna y apreciada por gentes ajenas y en múltiples lugares del mundo y hay malvados españoles, que te denigran y ensucian tu “sagrado nombre”.
La conciencia nacional o sentimiento espiritual a la tierra donde has nacido y a la que pertenecen tus ascendientes y tus descendientes, es un bien etéreo y sublime independiente de cualquier sentir ideológico, pues puede ser uno, conservador, o progresista, o monárquico, o republicano y todos deben amar a la patria, y sentir un sentimiento de orgullo por el símbolo que la representa, que es la bandera.
Creo que ha llegado el momento de la reflexión colectiva y de una vez por todas, a esta familia mal avenida por las intrigas de políticos individualistas y vacíos del orgullo patrio y con una versión torticera de la historia, se les rechace visceralmente y se decida definitivamente quienes son los que sienten a España.
Y si acaso, en esta decisión colectiva, yo me quedara solo y tuviera que emigrar contra mi voluntad de mi patria, pasearía el sagrado nombre de España, mientras Dios conserve mi existencia, hasta el final de mi vida.
Y concluida mi exposición, doy un ¡Viva a España y a los españoles! en referencia a los que sienten como yo, interiormente, esa conciencia nacional.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”
Recientemente es realizado un viaje de turismo a los Estados Unidos de América, donde he visitado a unos familiares y he podido conocer algunos aspectos típicos de esta sociedad.
He participado en diferentes ambientes y he podido analizar algunas cualidades del pueblo norteamericano, siendo los más sobresalientes: su patriotismo, su sentido de disciplina y orden en cuanto al estado de limpieza de las ciudades, sus avenidas, calles, edificios, e incluso la limpieza absoluta de las urbanizaciones y su entorno y su respeto a los derechos de los animales (libre presencia en urbanizaciones de ciervos, zorros, ardillas, conejos, etc.,) además de su alto nivel tecnológico en el confort del hogar (trituradora de residuos, lámparas de solares etc.,) y el amor a sus tradiciones y a su historia.
Esta gran nación, multirracial, donde conviven multitud de personas de distinta procedencia (anglosajones, latinos, afroamericanos, judíos, italianos, población autóctona, musulmanes, centroeuropeos, etc.,) es una mezcolanza de razas y de culturas, y conviven pacíficamente en armonía entre todos y cuyo lazo de unión, es el idioma inglés, independientemente del uso de otros idiomas pertenecientes a la etnia a la que pertenece el individuo en particular (español, italiano, hebreo, árabe, etc.,) y el otro, quizas mas más significativo es el profundo respeto a la bandera o enseña nacional norteamericana.
Un rasgo característico del ciudadano norteamericano es su patriotismo, que se apercibe visitando cualquier Estado de esta Federación donde en Instituciones o en viviendas particulares es fácil de divisar la exhibición espontánea de sus símbolos nacionales, materializados en su bandera.
¡Que modelo de país, los Estados Unidos de América, con una superficie en el entorno de veinticinco veces mayor que España y todos unidos bajo una misma bandera a la que defienden y se sienten orgullosos de su enseña patria!
También ratificas este patriotismo si te acercas a Washington, donde uno de los monumentos más visitados son los “In memorial” en dedicación a sus mártires de las diversas guerras donde ha intervenido los Estados Unidos de América, como la 1ª y 2ª Guerras Mundiales, la guerra de Corea, Vietnam y ahora en las guerras de Oriente.
También visite Newyork, la ciudad de las mil culturas por la procedencia de los seres humanos que la habitan y a excepción de la sede la ONU, donde se encuentran las enseñas de los diversos países del mundo, solo pude divisar en las distintas zonas de la ciudad, un solo símbolo, la bandera norteamericana que se exhibe orgullosamente, e incluso con vanidad en los edificios mas carismáticos y que representa a las gentes que conviven pacíficamente en esta urbe.
Igualmente he tenido la experiencia de visitar la península de la Florida, la ciudad de Orlando, donde comprobé la presencia de banderas en los hogares en los distintos lugares.
Estos testimonios me demuestran que los Estados Unidos de América es una nación viva y que la mayoría de sus ciudadanos tienen una conciencia nacional al exhibir con orgullo lo que representa a la nación, que su bandera.
Otra característica muy importante en la forma de ser del ciudadano norteamericano, es su amor a la tradición y a su historia.
He visitado un lugar carismático como es Williansburg en el Estado de Virginia y existe un área de memoria histórica, reproduciendo la ciudad en el año 1776, fecha de su independencia, como colonia inglesa y si visitas esta villa, podrás apreciar a sus gentes ataviadas con vestidos de época, deambulando entre sus calles representando toda la tipología social de la época y allí esta, el Palacio del Gobernador inglés, que luego seria la estancia de los dos primeros Presidentes de los Estados Unidos, como nación libre, soberana e independiente del dominio ingles, el Capitolio, como sede parlamentaria, la Iglesia, el Tribunal de justicia, la cárcel, las diferentes tabernas, la herrería, la joyería, la carpintería etc., y están también caracterizadas las gentes de aquel entonces e incluso, los soldados ingleses de la época, con sus uniformes completando la historia de un pueblo que gracias a su solidaridad entre ellos, dieron vida al nacimiento de una nación, hoy quizás, la más poderosa a nivel mundial en esta época.
Uno de los aspectos, que más me ha hechizado, es la buena acogida que he tenido personalmente en algunos de los lugares que he visitado por las gentes del lugar, en referencia, a mi origen español, puesto que el área donde me he movido esta al norte, Estado de Maryland, Virginia, etc., y generalmente la mayoría de la gente es de habla inglesa. No obstante, la gente que conoce algo de español, o bien por su origen o por la visita turística a nuestro país, tenían un máximo interés en relacionarse conmigo y recordar las tradiciones y costumbres españolas.
Otro detalle que pude comprobar personalmente es que en un Centro Comercial (Sohping Centre) vi un negocio de hostelería “Spanish Tapas” y estaba totalmente abarrotado de ciudadanos anglosajones disfrutando del placer del consumo de la mercancía en alusión a comida típica española, como patatas bravas, paella, sangría etc...
El embrujo y el hechizo del lugar era una imitación muy representativa de una “taberna típica española” con su mostrador, su surtidor manual de la cerveza, y su decoración especial como un zócalo alicatado de azulejos andalusíes, multitud de cuadros de toreros, fotografías de ambientes madrileños etc..
Todo el mundo estaba consumiendo y disfrutando del ambiente y aparentemente el negocio era un éxito respecto a los otros similares de su entorno.
¿Por que gusta tanto lo español? Si otras gentes ajenas de tradición y cultura, lo valoran tanto, como es posible que los españoles no sientan mayoritariamente orgullo de su raza y de su historia.
¡Que paradoja! En la nación más poderosa del mundo, se añora lo español y su cultura y en España, algunos españoles se avergüenzan de su origen y muestran una falta absoluta de entendimiento y solidaridad entre regiones.
¿Que locura colectiva nos invade? Es acaso, castigo de Dios, o un maleficio que nos dirige hacia la ineludible y futura desintegración de la patria.
¡Pobre España! Eres digna y apreciada por gentes ajenas y en múltiples lugares del mundo y hay malvados españoles, que te denigran y ensucian tu “sagrado nombre”.
La conciencia nacional o sentimiento espiritual a la tierra donde has nacido y a la que pertenecen tus ascendientes y tus descendientes, es un bien etéreo y sublime independiente de cualquier sentir ideológico, pues puede ser uno, conservador, o progresista, o monárquico, o republicano y todos deben amar a la patria, y sentir un sentimiento de orgullo por el símbolo que la representa, que es la bandera.
Creo que ha llegado el momento de la reflexión colectiva y de una vez por todas, a esta familia mal avenida por las intrigas de políticos individualistas y vacíos del orgullo patrio y con una versión torticera de la historia, se les rechace visceralmente y se decida definitivamente quienes son los que sienten a España.
Y si acaso, en esta decisión colectiva, yo me quedara solo y tuviera que emigrar contra mi voluntad de mi patria, pasearía el sagrado nombre de España, mientras Dios conserve mi existencia, hasta el final de mi vida.
Y concluida mi exposición, doy un ¡Viva a España y a los españoles! en referencia a los que sienten como yo, interiormente, esa conciencia nacional.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”