Yo también he subido y bajado, y los mayores se saludaban con un "Vamos para´rribaaa/para´bajo?" y el otro contestaba "Vamooos".
A la izquierda, pasada la
puerta verde había una
panadería. El
pan candeal era la leche. Con 8 años podía comerme uno entero. Pero más que comerlo, quería meter la cabeza dentro.
La
casa, también a la izquierda, al final de la
calle, era la carnicería y vivienda de mi tía-prima-abuela Juana. Tan guapa y hermosa como todos los Cobos.
Alicia.