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LA PEÑA MUÑANA

Reinando sobre el valle es soberana
del viñedo, pinar y del olivo,
y trae a Cadalso aire sensitivo
en rastreo de brisas del nirvana.

Ni siglos ni erosión a ella amilana
si el tiempo por venir es permisivo,
y el campo es un edén tan persuasivo ... (ver texto completo)
LAS DOS GITANILLAS EN LA PLAZUELA DE CENICIENTOS

Llegaron dos gitanillas
diciendo ser lañadoras,
caritas sucias reidoras
de la sierra de Casillas.

" ¡Sacad, coruchas, pucheros
y cacharros de metales
que con manos celestiales ... (ver texto completo)
Primeros pobladores de castaños
CADALSO DE LOS VIDRIOS Y EL SINO DE DON ÁLVARO DE LUNA

Nos cuenta la leyenda, antesala de la historia
de un destino funesto en don Álvaro de Luna
cuando de su lealtad, no había duda alguna
que traición no probada, enlodara ejecutoria.

Nos dejó el Condestable, en la piedra su memoria
cuando brilla espectral en la noche fría bruna
de los giros y el vaivén, esquivos de fortuna ... (ver texto completo)
¿En qué época del año hay nieblas?
EL SAN ANTONIO DE CENICIENTOS

San Antonio a quien vemos humilde y solitario
nunca viendo al corucho pararse en tu hornacina
y pasando de largo, derecho se encamina
lo más cercano posible al centro del sagrario.

Por ti no recuerdo repicar el campanario
ni nunca Cenicientos penitente camina
como por el del Tiemblo trasnocha y peregrina ... (ver texto completo)
EL PEREGRINAJE AL SAN ANTONIO DEL TIEMBLO

Emprendemos peregrinos el viaje
en la apacible noche septembrina,
envueltos en la sombras del paisaje

que oscuro zigzaguea y difumina.
A la espalda dejamos Cenicientos
y a la izquierda dormida a la colina.
... (ver texto completo)
EL CERRO DE SAN PABLO
Canción

El cerro de San Pablo
da vista al Berrocal,
detrás tiene a Nombela
frontera a Pelahustán.

¡El cerro de San Pablo
cuanta madera da! ... (ver texto completo)
A LA FERIA DE SOTILLO

A la feria de Sotillo,
de Sotillo de la Adrada,
jinete y mula albardada
hacen alto en un cerrillo.

La mula que coces daba
al sentir los aparejos
y del arado trebejos, ... (ver texto completo)
LAS ENCINAS DE CENICIENTOS

Cerro de Colino encinas
y encinas del Encinar,
adorno de las colinas
junto al verde del pinar.

Encinas de Cenicientos
siempre leña de su hogar,
nacidas en sus cimientos ... (ver texto completo)
HIGUERA DE LAS DUEÑAS

Es Higuera de las Dueñas
pueblo de un celeste sol,
donde hallaron el crisol
del edén con el que sueñas.
Almas grandes y pequeñas
habitan bajo su higuera
y allí es tal la primavera,
que cuando brotan las flores ... (ver texto completo)
EL BANDERILLERO
A Carlos Ávila

El sol fulge en el albero
y tocan a banderillas,
y en el ruedo las cuadrillas
cubren al banderillero.
Clava los palos certero
y sin alamares de oro,
ni tener nombre sonoro ... (ver texto completo)
LA FIESTA DE LA ESPUMA

Rebozados en espuma
están los cuerpos nevados,
por las pompas saturados
en un pantano de bruma.
Líquido el niño rezuma
y surgen resbalamientos,
mas los infantes contentos
sobre el suelo que resbala, ... (ver texto completo)
LOS CAZADORES FURTIVOS

Amanecía en todo su esplendor la mañana
en soleado y fatigoso día de siega,
y la hoz voracidad sobre la espiga despliega,
mientras la alondra matinal su canto desgrana.

Las parejas de guardias criban la tierra llana,
imbuidos de furia sorda y arrogancia ciega,
mientras el sudor bajo el tricornio el cuello riega ... (ver texto completo)
LA CAZA A PORRILLO EN CENICIENTOS

Por ribazos, collados o en el llano
que conforman los campos del Juncar,
nos hacíamos siempre acompañar
por las flexibles varas del manzano.

A la caza cobrábamos a mano
siguiendo de las liebres el pisar
que en la nieve dejaban al hollar ... (ver texto completo)
LOS CAZADORES FURTIVOS

Amanecía en todo su esplendor la mañana
en soleado y fatigoso día de siega,
y la hoz voracidad sobre la espiga despliega,
mientras la alondra matinal su canto desgrana.

Las parejas de guardias criban la tierra llana,
imbuidos de furia sorda y arrogancia ciega,
mientras el sudor bajo el tricornio el cuello riega
oyendo disparos fermento de su galbana.

El tirar se daba en la cúspide de la Umbría,
correosa sierra que señorea al Juncar,
y a furtivos de La Adrada tiraban a dar.

Los guardias furiosos desplegados en guerrillas,
e indemnes se libraron saltando como ardillas,
invocando al Patrón de España en aquel su día.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho ... (ver texto completo)