
LLevo 30 años con mi segunda vivienda en Cerceda (Las Praderas)y tengo un especial cariño a toda la zona como es lógico.
Ha cambiado muchísimo pero sigue siendo un sitio tranquilo. Lo que no me gusta es precisamente que los emigrantes se están quedando con el negocio de algún restaurante y la verdad no hay quien coma su cocina, lo malo es que no avisan y cuando tu crees que son los de siempre te encuentras con una cocina fatal.
En LUTIN se come muy bien pero se ha puesto muy caro y la cocina ha bajado un poco, a un precio mucho mas razonable y bien guisado es en JOTAS, claro el establecimiento es tipo cafeteria pero esta bien y sobre todo la atención.
A Don Alberto alguien tendria que decirle que debe informar a la feligresia de los cambios y no dar PLANTON el dia que no puede celebrar misa.
Ha cambiado muchísimo pero sigue siendo un sitio tranquilo. Lo que no me gusta es precisamente que los emigrantes se están quedando con el negocio de algún restaurante y la verdad no hay quien coma su cocina, lo malo es que no avisan y cuando tu crees que son los de siempre te encuentras con una cocina fatal.
En LUTIN se come muy bien pero se ha puesto muy caro y la cocina ha bajado un poco, a un precio mucho mas razonable y bien guisado es en JOTAS, claro el establecimiento es tipo cafeteria pero esta bien y sobre todo la atención.
A Don Alberto alguien tendria que decirle que debe informar a la feligresia de los cambios y no dar PLANTON el dia que no puede celebrar misa.