La calzada romana de Cercedilla es uno de los pasos naturales del Sistema Central, utilizado para comunicar ambas mesetas. El puerto de la Fuenfría, por el que discurre la calzada, tiene una altura de 1796 metros, similar a la de sus cotas adyacentes como Navacerrada o Navafría. Con el crecimiento de Madrid y su conversión en capital del Estado, la calzada se utilizaría para la comunicación entre Madrid y Segovia, y la Granja poco después con la dinastía borbónica, siendo sustituida después por el paso del puerto de Guadarrama o de Los Leones en el año 1741, durante el reinado de Fernando VII, y por el paso del puerto de Navacerrada en 1788/90 de mano de Carlos III . Actualmente ninguna carretera moderna cruza la calzada en este tramo, llegando tan sólo a la zona de las Dehesas, lo que ha facilitado su conservación.
La parte conservada de la calzada pertenece a la cara sur del puerto de la Fuenfría, con una longitud de 2550 metros. Los tramos son largos y rectos, y en ocasiones con un desnivel muy alto, teniendo un 15% de pendiente media.
Su construcción data del siglo y de.C., y fue realizada con materiales de la zona, ésto es gneis y granito. Estos materiales pudieron sacarse de una posible cantera hallada cerca del puente del Descalzo, en Cercedilla, según el descubrimiento de Cesario de Miguel , si bien este hallazgo está sin estudiar ni corroborar.
La parte conservada de la calzada pertenece a la cara sur del puerto de la Fuenfría, con una longitud de 2550 metros. Los tramos son largos y rectos, y en ocasiones con un desnivel muy alto, teniendo un 15% de pendiente media.
Su construcción data del siglo y de.C., y fue realizada con materiales de la zona, ésto es gneis y granito. Estos materiales pudieron sacarse de una posible cantera hallada cerca del puente del Descalzo, en Cercedilla, según el descubrimiento de Cesario de Miguel , si bien este hallazgo está sin estudiar ni corroborar.