Pertenece a la Orden de las Madres Franciscanas Clarisas. Es la fundación religiosa más antigua del municipio, se remonta su construcción al año 1609. Su fundadora fue sor María Evangelista, hija de esta villa, la cual cedió su herencia destinándola a la construcción de este
monasterio de clausura.
Su
fachada nos ofrece dos partes: la residencia, a la izquierda, y la
iglesia, a la derecha.