El edificio sigue las trazas del gótico de transición del siglo XVI, al que se le hicieron reformas en el siglo XVII. Se conocen los maestros que intervinieron en ella. La traza se debe al maestro Martín Górnica, al que le sucedieron Pedro de Gonechea y Juan García de Carranza. En 1609 Valentín de Ballesteros se encargó de la torre. Finalmente, Gaspar de la Peña intervino en las bóvedas hacia 1668.