Por esta
puerta de la
iglesia de Nuestra Sra. De la Asunción, he entrado más de 2.000.- veces. Ahora me encuentro muy lejos de esa puerta, de esa
plaza , de ese arroyo y de sus gentes.
Por la cuesta del
camino de Fresno vi subir a un pastorcillo pastoreando las corderas . Por jumento llebaba una manta y por
comida un talego que contenia un mendrugo de
pan y una naranja. A mitad de la cuesta el talego se desprendió del atillo que bordeaba ju cuerpo y que al mismo tiempo sugetaba el alimento cayendo
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