Antiguamente el señor párroco, bendecía desde lo alto de esta
ermita, la
romería que se iba a celebrar, pero la
tradición ya se ha perdido, (dice la crónica). La ermita no pudo ser acabada, por falta de dinero, fue empezada por los hombres de
El Boalo, que al acabar de trabajar iban allí a hacer lo que podían. Desde la desaparición de la legendaria ermita del Cerro de la ermita, nuestra población no ha contado con este tipo de
santuario nunca.