Pintura de Juan Fernandez Navarrete (San Bartolome y Santo Tomas) en la Basílica, EL ESCORIAL

El edificio surge por la necesidad de crear un monasterio que asegurase el culto en torno a un panteón familiar de nueva creación, para así poder dar cumplimiento al último testamento de Carlos I de 1558. El Emperador quiso enterrarse con su esposa Isabel de Portugal y con su nueva dinastía alejado de los habituales lugares de entierro de los Trastámara.
(12 de Noviembre de 2024)