Este primer esquema de
palacio real adosado a un
monasterio era
costumbre entre los monarcas hispanos
medievales, y lo utilizaron en los
monasterios que usaban para retiros, lutos y descansos. Podemos encontrar muchos antecedentes, como
Santo Tomás de
Ávila, Guadalupe, Poblet,
Santa Creus o Yuste, entre muchos otros.