En realidad el origen arquitectónico de su planta es muy controvertido. Dejando a un lado la
feliz casualidad de la parrilla, que no apareció hasta que Herrera cerró la
fachada principal con la «falsa fachada» de la
biblioteca y eliminó seis de las
torres, la planta parece estar basada más bien en las descripciones del Templo de Salomón de la Biblia y del historiador judeo-
romano Flavio Josefo.