Pintura de Luis de Carvajal (San Isidro y San Leandro), EL ESCORIAL

La imponente estatua de Salomón en el centro de la portada de la Iglesia deja claro la ortodoxia de la idea y el gusto de Felipe II por el Antiguo Testamento. El rey nunca hubiera consentido frivolidades o insinuaciones sobre la tumba de su padre sin una base real. Muchos autores, siguiendo un famoso artículo de René Taylor, han buscado connotaciones ocultistas y mágicas en la comparación con el edificio bíblico, lo que parece difícil dado la inflexible religiosidad de Felipe II.
(12 de Noviembre de 2024)