Pero no debemos olvidar el valor tradicionalmente reconocido a
El Escorial: el hermoso
Patio de los Evangelistas, con su espléndido ejercicio de bramantismo del templete central, la grandiosa
cúpula trasdosada y apoyada sobre tambor, la colosal
escalera del
convento, y los ejemplos del manierismo de la Basílica y de la
fachada principal, entre otras muestras de gran
arquitectura.