Michel Coxcie. Tras un presumible aprendizaje con Bernard van Orley en Bruselas, viajó a Haarlem y Roma, donde residió hacia 1530-39. Aprendió la técnica de la pintura mural al fresco, siendo el primer maestro nórdico que la practicó. En 1532 decoró la
capilla del cardenal Enckenvoirt en la
iglesia romana de
Santa Maria dell’Anima. Alcanzó cierta reputación en
Italia, y Giorgio Vasari reconoció que Coxcie había adoptado con acierto el estilo italiano. Con todo, la principal ocupación de Coxcie en Roma fue el diseño de grabados, como La fábula de Psique (32 láminas) grabada por Agostino Veneziano y Bernardo Daddi.