Nada más entrar, sorprende a la vista la
fachada de entrada a la Basílica, el cuerpo inferior se encuentra adornado por potentes
columnas toscanas y en el superior se alzan varias
estatuas, pertenecientes a los seis Reyes de Judá, Salomón, David, Josías, Manasés, Josafat y Ezequías. Cada una pesa alrededor de 6.000 kilos. La
piedra para los seis bustos se extrajo de un mismo bloque sobre el que se grabó una frase conmemorativa: «Seis reyes y un
santo salieron de este canto y quedó para otro tanto»