A lo largo de los dos años siguientes se sobrepasó la cifra de los mil volúmenes gracias a las aportaciones de asesores como el obispo de Osma, Honorato Juan. Llegados a este punto, la
biblioteca era una realidad, y Felipe II se reunió con representantes destacados de todo tipo de disciplinas para asesorarse en la adquisición de copias. Honorato Juan Tristull, nacido en 1507 en
Valencia. Humanista, preceptor del futuro Felipe II y de su hijo el príncipe Carlos de
Austria y también obispo de Osma.