El Pabellón de Infantes del
Monasterio de
San Lorenzo de El Escorial está destinado a príncipes, infantes (hijos de reyes) y reinas que no hayan sido madre de reyes (las que sí lo han sido están sepultadas en la Real Cripta junto a sus maridos). Fue creado por iniciativa de la reina Isabel II, consta de nueve salas y su construcción se terminó en 1888 utilizándose los planos de José Segundo de Lerma.