El
monasterio de
El Escorial se ha querido ver como el trasunto arquitectónico del propio monarca, y, como él, ha sido objetivo recurrente de la leyenda negra. Hay autores que lo han considerado el paradigma en
piedra de la represión y el oscurantismo de la monarquía católica. Otros incluso han buscado supuestas claves esotéricas en su planta y su trazado.