Tapic con escenas de caza en una sala del palacio de los Borbones, EL ESCORIAL
Además, Carlos III, a finales del siglo XVIII, urbanizó el entorno y ordenó erigir las casas nuevas de la Lonja, así como dos pabellones de caza para sus hijos, bautizados como las casitas del Príncipe y del Infante.