El
monasterio también alberga una impresionante colección de objetos de culto religioso, como relicarios, cálices y ornamentos litúrgicos. Estos objetos, a menudo adornados con metales preciosos y gemas, reflejan la devoción y el esplendor de la liturgia religiosa de la época. Los
salones del monasterio cuentan con elaborados tapices y alfombras que agregan calidez y belleza a los espacios interiores. Estas piezas textiles están tejidas con habilidad y a menudo representan escenas históricas, mitológicas o religiosas, brindando una dimensión visual única a la experiencia de los visitantes.