Galería de Convalecientes y Botica. Su sobria
fachada hacia la lonja Oeste, concebida por
Toledo, contrasta con la más abierta hacia los
jardines, donde la solución arquitrabada con
arcos sobre columnatas jónicas es única en el
monasterio. La Botica es obra de Francisco de Mora, aunque su traza puede deberse a Juan de Herrera, ya que en el Séptimo diseño ya aparece. Este
edificio, organizado en torno a un
patio, ocupa el espacio libre entre los Corredores del Sol y el muro de contención de la Lonja. Mora realizó también el paso elevado sobre siete arcos que permitía el paso de los recintos monásticos a la Compaña.