Respecto al topónimo, distintos autores coinciden en que se remonta a su antigua vinculación a Talamanca, de la que era arrabal, alojando grandes secaderos del vellón de la lana de las ovejas tras ser esquiladas por los pastores. Durante la Edad Media este barrio debió especializarse en la preparación y tratamiento de lanas y tejidos. Su independencia y configuración como Villa se produjo en el siglo XVI.
La subsistencia de la población se basó durante siglos en la ganadería y en...