Cuando cruza el umbral de esa
puerta de madera y empieza a sonar el himno nacional, un escalofrio me recorrio, un año mas fui a ver como sales engalanada hacia tu
ermita, con todos esos hijos tuyos y visitantes que no pueden dejar de verte. Solo te pido, que lleguemos al año que viene, que te veamos de nuevo salir, que nos ampares en nuestros viajes y nuestra vida diaria.