El municipio de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago se encuentra ubicado en el Valle Medio Lozoya, en la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama, en la Comunidad de Madrid, rodeados de bellos paisajes entre el embalse de Riosequillo y el Cerro de la Cruz.
Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago forman un único municipio de 412 habitantes, y una agradable senda que discurre próxima al embalse de Riosequillo, une ambas poblaciones.
Situado a una altura de 1.134 metros sobre el nivel del mar, en el margen izquierdo del Río Lozoya. Su orografía es accidentada, con una máxima altitud de 1.514 metros en el Alto de la Cruz, desde el que la vista alcanza a todo el Valle.

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Existen en sendos pueblos dos iglesias parroquiales: la de San Benito Abad, en Gargantilla, del siglo XVI, fue reconstruida en 1943, y una espadaña la remata en el exterior; y la de la Santísima Trinidad, de Pinilla, también del siglo XVI, rehecha con muros de mampostería.
Del Cementerio parroquial de Gargantilla, se dice que allí tuvo lugar la ceremonia de proclamación de Juana de Castilla como princesa heredera, así como sus desposorios con el Duque de Guyena, hermano de Luis XI de Francia.

- San Benitín. Se celebra en Gargantilla, a mediados de marzo, con misa, procesión, juegos infantiles y pasacalles.

- Santísima Trinidad. Se celebra en Pinilla de Buitrago, en el mes de mayo, con actos religiosos, música, baile, juegos infantiles y competiciones.

- San Benito. Se celebra en Gargantilla el tercer fin de semana de agosto con música tradicional de gaiteros y tamboriles. También se organizan juegos infantiles y competiciones.

Aunque su población más antigua pudo ser árabe, se fundó poco tiempo después que Garganta de los Montes, por vecinos de ésta, huidos antes del siglo XV de una epidemia mortífera, o por no querer pagar los impuestos y tributos que les correspondían en los repartos vecinales. Anteriormente a la fundación de Gargantilla, existía en este término otro pueblo hoy desaparecido, Santiago, del cual queda como testimonio su antigua iglesia, hoy ermita, que solo conserva las paredes y la bella torre de espadaña.

Fue entre mediados del siglo XVI y finales del XVIII cuando el término de Gargantilla del Lozoya se pobló de forma estable.