Especial empeño y dedicación tuvo la entonces Hermana Maravillas, hasta ver conseguida la importante obra que Jesús la había encomendado. Ella y tres hermanas más formarían la primera comunidad que fue originariamente instalada en
Getafe, hasta tanto fuerán terminadas las obras del
convento, del que se puso la primera
piedra el 12 de abril de 1925. Pascua de Resurrección.