Esta consideración podría hacernos creer que dicha duración, calculada en ochenta millones de
Años es demasiado corta, ya que los tiempos geológicos duraron probablemente muchísimo más. La
Conclusión que se deduce de todo esto es que debe existir una circulación de sal, y que una causa, todavía
Desconocida, arrebata cada año al Océano una cantidad de cloruro sódico comparable a la que llevan los
Ríos.