SAN JUAN DE CAPISTRANO
(23 de octubre)
Eran aquellos tiempos peligrosos par la Cristiandad, amenazada por el avance turco. La aparición del cometa Halley constituía un triste presagio.
Era entonces Papa Calixto III, un valenciano que, a pesar de sus muchos años, se sintió llamado a salvar a la
Iglesia del peligro, con medios espirituales y humanos: mandó celebrar misas, hacer
procesiones, tocar todas las
campanas al mediodía para que los fieles rezaran el "ángelus", y organizó la Cruzada,
... (ver texto completo)