GETAFE: S. Juan de Dios (8 marzo) Un día de enero de 1537,...

S. Juan de Dios
(8 marzo)
Un día de enero de 1537, San Juan de ávila se encontraba en Granada predicando en una iglesia. De repente, se oyó una fuerte voz entre los asistentes. Un hombre, Juan Ciudad se llamaba, había gritado: "Misericordia, Señor". La gente pensó que estaba loco.
Años más tarde, la misma ciudad de Granada se conmovía y lloraba la muerte de un santo varón. Ahora se llamaba JUAN DE DIOS, pero era el mismo Juan Ciudad.
Su verdadera y definitiva conversión había comenzado con aquel frito estentóreo. Desee entonces, había realizado una serie de "locuras".
Porque amar a Dios y al prójimo de verdad siempre ha sido una "locura"... Como ya lo fue la "locura de la Cruz".
Juan de Dios, que antes había tenido ocupaciones y oficios de lo más dispares, a partir de escuchar el sermón del Maestro ávila, se entrega por completo al ideal que acababa de descubrir.
Se preocupará, especialmente, de aquellos que son abandonados por los demás. Comienza con los enfermos. Alquila una casa y la convierte en hospital. Sale a la calle y pide limosna para sus enfermos. Cuando los encuentra abandonados, carga con ellos al hombro. Se quita sus ropas y se pone los harapos de los mendigos y enfermos. Decididamente, piensan los granadinos que su paisano está "loco". Quizá hasta lo piense el Obispo, porque, un día, le impone una especie de hábito y le obliga a llevarlo siempre.
Empieza a tener seguidores, Y, otra "locura" más, los dos primeros serán dos enemigos irreconciliables, que Juan de Dios logrará reconciliar y entusiasmar para su causa.
De estos y otros seguidores nacerá la Orden Hospitalaria para continuar su obra.
En sus casas había, como tan gráficamente describe en una de sus cartas, tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, "perláticos", tiñosos Dice que él está cargado de deudas y sus pobres y enfermos llenos de llagas y de piojos.
Así seguirá, hasta que, un día, se "desvencijó", como dice uno de sus biógrafos. Esto ocurrió el 8 de marzo de 1550, cuando contaba cincuenta y cinco años.