Nuestra Señora La
Virgen del Pilar, vino en carne mortal a
Zaragoza cuando Santiago estaba desmoralizado por el poco caso que se le hacia.
Hay un relato precioso de este acontecimiento en el libro Mistica Ciudad de Dios de Sor Maria de Agreda. Venereble e incorrupta en Agreda (
Soria).