Factura rebajada un 25%

CIGÜEÑAS EN La iglesia parroquial de San Juan Bautista, GUADALIX DE LA SIERRA

La iglesia parroquial de San Juan Bautista, cuya esbelta torre es, sin duda, el elemento más característico del conjunto. La torre fue levantada a principios del siglo xvi por los Campero, padre e hijo. Se trata de una construcción de sillería compuesta por tres cuerpos separados por impostas decoradas con bolas. El superior -el de las campanas- ostenta en cada frente dos vanos ligeramente apuntados. Se remata con una cornisa apoyada sobre ménsulas y se adorna con ocho gárgolas en forma de figuras de animales; sobre aquella se sitúa un antepecho, ornado a su vez con ocho pináculos que enmarcan el arranque del capitel construido con lajas de piedra tallada. En el cuerpo inferior de la torre se halla la portada de acceso al edificio de la iglesia, constituida por un arco apuntado formado por varias arquivoltas cóncavas, entre las que se emplea una franja de decoración de hojas de cardo y animales; un alfiz, con forma de semicírculo en su parte superior encuadra el conjunto. El intradós se decora con flores de cuatro pétalos con botón central, colocándose en la parte curva una repisa para escultura, en la actualidad vacía. En los laterales exteriores se puede apreciar que su estructura estaba pensada para estar formada por tres naves; pero que quedaron reducidas a la central, no llegando a desarrollarse las dos laterales proyectadas inicialmente.

El conjunto de la cabecera y el crucero, del siglo xvi, es de sillería de buena calidad. Se cubre con bóvedas de crucería que apoyan sobre ménsulas en los capiteles de los cuatro pilares toscanos del crucero. Su altura es espectacular. La sacristía es también del siglo xvi, y está cubierta con bóveda de crucería sobre ménsulas. En 1992 sufrió una rehabilitación y reforma que cambiaron su aspecto exterior, quedando de manifiesto los materiales contemporáneos utilizados y perdiendo belleza respecto a su aspecto original. La opinión generalizada del vecindario del pueblo es que se perdió valor monumental del conjunto, respecto a su estructura y aspecto originales. En su interior pueden destacarse dos cuadros renacentistas representando a San Sebastián y a la Virgen del Rosario. Tallas de madera importantes ejecutadas por Mariano Rubio Jiménez, hijo del pueblo y discípulo predilecto de Benlliure. Especial interés posee la figura de San Juan Bautista niño.