Un viaje realmente placentero desde el corazón del País Leonés hasta una preciosa cumbre, casi de idéntico nombre, a bordo de una de las pocas y maravillosas 'bestias' que quedan ya en la
carretera, el Alfa Romeo 166. Puro corazón. Todavía es posible conducir en un mundo automovilístico tiranizado para siempre por la electrónica.