
No se tienen datos sobre la fundación de Horcajuelo. La lenta repoblación de la Tierra de Buitrago, tras la Reconquista, no llegó a Horcajuelo hasta el siglo XIII, concretamente en 1275, época en la que debió consolidarse como
pueblo estable.
Como todas las aldeas de la zona perteneció primero a la Comunidad de Villa y Tierra de Buitrago, y desde 1368 al Señorío de Buitrago, de la
familia de los Mendoza (desde el siglo XV, Duques del Infantado).
Parte de sus tierras, intrincadas y frondosas, habitadas en tiempos por los osos, fueron territorio de
caza para la nobleza. Se conservan ordenanzas del siglo XVI, que protegen el acebo que crecía en los
montes, y documentos que informan sobre su riqueza en
árboles frutales y
nogales.
Las primeras construcciones de la población se levantaron en el punto más agudo del cerro. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII, Horcajuelo siguió perteneciendo al Señorío del Duque del Infantado y como tal pagando importantes rentas y gobernándose por las Ordenanzas Generales Comunes. La población pasó de 53 vecinos en el año 1554, a 33 en 1655 y a 25 en 1670.
En 1797 la población había ascendido a 75 vecinos, ninguno de ellos asentado en
casa de
campo o alquería. El principal recurso económico era la
ganadería lanar que determinaba el régimen de explotación de los cultivos: los "rodeos" sometidos al régimen de año y vez, y los tercios, sembrados cada tres años. En torno al pueblo se situaban los pequeños
huertos y los linares, junto con el ejido comunal dedicado a pastos. La Dehesa Boyal Comunal se reservaba a los animales de labor y a los
cerdos. También se explotaban
colmenas.
En el siglo XIX se produjo una completa modificación de la organización política, económica y territorial del país, que incidió de forma intensa en las condiciones de vida de Horcajuelo y de todos los
pueblos de la zona: fin del Régimen Señorial, desaparición de la Mesta, Desamortizaciones eclesiástica y civil, nueva división provincial.
En 1833, Horcajuelo pasó a ser un municipio independiente de la provincia de
Madrid, integrado en el Partido Judicial de Torrelaguna. A finales de siglo la población tenía 125 vecinos. El municipio mantenía una
escuela de educación primaria y vivía en ella un
médico. La economía seguía basándose en la
agricultura y la ganadería: parcelas de regadío con
hortalizas, legumbres y
frutas; tierras de secano con cereales; prados con heno; montes de roble y mata baja; ganadería lanar, vacuna y caprina.
Aunque durante la Guerra Civil la línea del frente se situó en
Somosierra, Horcajuelo tuvo más suerte que otros pueblos de la zona y no sufrió grandes destrozos.
No se han desarrollado urbanizaciones de segunda residencia y el pueblo ha conservado su calidad ambiental y las características arquitectónicas tradicionales. En 1980 fue declarado Núcleo de Interés Rural y las nuevas edificaciones han respetado las tipologías y materiales autóctonos. Esto ha producido un desarrollo turístico.