Tranvías de
Madrid.
En el vestíbulo de la
estación del metro de
Pinar de
Chamartín (cabecera de las líneas 1 y 4 del Metro de Madrid y línea ML-1 de Metro Ligero), se encuentra el
tranvía 477.
Este tranvía pretende ser un
homenaje y un recuerdo a los viejos tranvías, que circularon durante 101 años por Madrid (entre 1871 y 1972) y que tanto hicieron por unir los
barrios trasladando a los madrileños de un lugar a otro.
Este 477 de la
fotografía es un Charleroi II construido por la sociedad franco-belga de La Croyère y puesto en servicio a principios del siglo XX. Podía trasladar a 37 viajeros (16 de ellos sentados). El 477 fue remodelado en 1935 y en 1943, estando en servicio hasta 1962. En 1971 fue restaurado para su utilización en los actos conmemorativos del centenario del tranvía en Madrid y circuló por última vez por las
calles de la ciudad el 31 de mayo de 1972, día en el que se suprimió definitivamente el servicio de tranvías por la EMT.
Fue utilizado en varias películas, entre ellas Doctor Zhivago en 1965 y Las
bicicletas son para el
verano en 1984.
Los tranvías en Madrid:
El 31 de mayo de 1871 se inauguraba el servicio de tranvías de Madrid (y en la
España peninsular) con
coches arrastrados por mulas. De la celebración se encargó el
restaurante Lhardy. La línea nacía en la
calle de Serrano, por la calle de Alcalá llegaba a la
Puerta del Sol y seguía hasta el
barrio de Pozas. Disponía de 24 coches (costaron 2000 pesetas cada uno), y de 120 caballerías. Cada
coche tenía capacidad para 24 pasajeros, 16 en el interior y 8 en la imperial, al descubierto.
En 1874 se añadió otra línea a la
Plaza Mayor que se prolongó hasta los Carabancheles.
El servicio se extendió rápidamente y se construyeron líneas a los
mercados y
estaciones (por las
noches, las líneas funcionaban con coches de carga).
En 1879 la línea de tranvía Madrid-Leganés, ya va con tracción de vapor.
En el año 1899 empiezan a funcionar los tranvías eléctricos. Cada coche pasó a costar 18.000 pesetas.
En el año 1933 comienzan a funcionar las primeras líneas de autobuses urbanos en la capital, que con el tiempo, van sustituyendo líneas de tranvía.
A poco de acabar la guerra se empiezan a utilizar tranvías de la serie 1001 (coches más largos, de marca Fiat, y fabricados después por Caf).
En el año 1954 la red alcanza su máxima extensión con 188 kilómetros de
vías y en noviembre de 1953 se registró el máximo número de tranvías en el
parque de la EMT, con un total de 512 coches.
El
centro histórico fue eliminando líneas de tranvías. En 1955 desaparecieron las terminales de Carmen-Galdo-Preciados y en 1956 se elimina el tráfico de tranvías en la Plaza Mayor. En 1957 se suprimió el servicio de tranvías en los “bulevares” los que pasaban por Sagasta, Carranza, Alberto Aguilera y Marqués de Urquijo.
A pesar del cierre de líneas y cabeceras del centro, el año 1956 fue el de mayor demanda de la
historia del tranvía madrileño con 260 millones de pasajeros.
En 1971 quedaban todavía circulando por Madrid 60 coches de la serie 1001, en 4 líneas:
El 70,
Ciudad Lineal, desde
San Blas, hasta Plaza de Castilla.
El 73, Estrecho–Peñagrande.
El 77,
Pueblo Nuevo (Ciudad Lineal)–Pegaso.
El 78, Estrecho-
Fuencarral, pasando por Plaza de Castilla.
A partir de este año se van desmontando estas líneas y los tranvías desaparecen finalmente de la capital el 1 de junio de 1972.
Durante muchos años, el tranvía fue un importante medio de transporte, que hoy todos lo miramos con una notable nostalgia, incluso, creo, los que jamás lo han conocido.
Más chulo que un ocho.
Seguro que alguna vez has oído esta frase, en especial cuando queremos resaltar la altanería o prepotencia de alguien. Y aunque ahora está muy extendida por toda España: nació en Madrid.
Para entender el verdadero sentido de esta expresión hay que mencionar al tranvía número ocho que recorría Madrid, desde la Puerta del Sol hasta San Antonio de la Florida.
Cada 15 de mayo, en la festividad de San Isidro, la línea del tranvía número 8 era la que utilizaban los chulapos y chulapas para ir al
baile del Parque de la Bombilla. Ese día, el 8 se llenaba de madrileños vestidos con su
traje castizo (clavel en la solapa los hombres -que si había sido regalo de su chulapa, el orgullo era infinito- y las mujeres con sus inconfundibles mantones)
Fueron las personas que vivían por la zona del Manzanares y veían pasar estos tranvías llenos de chulapos y chulapas, los que con cierto humor e ironía acuñaron esta frase de: “eres más chulo que un ocho”.