Esta
torre poligonal de autor desconocido, construida en 1928, destaca poderosa sobre el
parque de la
Huerta de la Salud, una antigua
finca de recreo (cuyos primeros propietarios fueron los Duques de Frías) que el jurista Pedro Tobar, a finales del siglo XIX, convirtió en un complejo agrícola-industrial.