HOY SE ACABARON LAS FIESTAS
En Hoyo de Manzanares
vuelve deprisa el silencio,
allí quedan encinares
que nadie les pone precio.
Las laderas del Picazo
lo mismo que La Tortuga,
la vida las marca el plazo
mientras el tiempo se arruga.
Esta sierra madrileña
que no teme los calores,
en verano es más risueña
y derrocha sus candores.
Calles que marcan su piedra
entre grises monolitos,
adoquines que sin hiedra
jamás parecen dar gritos.
Que no se rompa el silencio
ni en sus campos más bonitos,
en Hoyo queda el misterio
de ver paisajes descritos.
Hoy se termina la fiesta,
y el plazo ya estaba escrito,
nadie comenta la cuesta
ni hace de su sombra un mito.
Silencio sobre sus montes,
apenas se sienten grillos,
su sierra tiene resortes
de ver encinas y brillos.
Vuelve el silencio callado
en sus grandes laberintos,
hablan del Hoyo marcado
entre sueños exquisitos.
Los ecos siguen temblando
sus barrios están distintos,
la sierra vive dejando
sonidos de viejos mitos.
G X Cantalapiedra,
10 – 9 - 2018.
En Hoyo de Manzanares
vuelve deprisa el silencio,
allí quedan encinares
que nadie les pone precio.
Las laderas del Picazo
lo mismo que La Tortuga,
la vida las marca el plazo
mientras el tiempo se arruga.
Esta sierra madrileña
que no teme los calores,
en verano es más risueña
y derrocha sus candores.
Calles que marcan su piedra
entre grises monolitos,
adoquines que sin hiedra
jamás parecen dar gritos.
Que no se rompa el silencio
ni en sus campos más bonitos,
en Hoyo queda el misterio
de ver paisajes descritos.
Hoy se termina la fiesta,
y el plazo ya estaba escrito,
nadie comenta la cuesta
ni hace de su sombra un mito.
Silencio sobre sus montes,
apenas se sienten grillos,
su sierra tiene resortes
de ver encinas y brillos.
Vuelve el silencio callado
en sus grandes laberintos,
hablan del Hoyo marcado
entre sueños exquisitos.
Los ecos siguen temblando
sus barrios están distintos,
la sierra vive dejando
sonidos de viejos mitos.
G X Cantalapiedra,
10 – 9 - 2018.