HOYO DE MANZANARES: EN HOYO DE MANZANARES...

EN HOYO DE MANZANARES
Que quieres ver en este Hoyo donde reinan los silencios,
quizá soñaste el decoro de no conocer desprecios.
Si quieres besos y flores en tus largas caminatas,
puedes vivir los dolores de algunas sendas ingratas.
No sueñes con vida alegre ni con las cosas baratas,
ni quieras ver esa fiebre de otras gentes más bravatas.
Los silencios siguen vivos entre piedras recordadas,
que nadie ponga adjetivos en las frías madrugadas.
Cuando se viven misterios en las más serias jornadas,
contemplas los cementerios sin ver tumbas adornadas.
Cuando se comentan muertes en las tardes anheladas,
algunas siguen presentes con sus señas marginadas.
Hoy se despierta la vida, hoy llegó la madrugada,
y noté como una herida de alguna etapa pasada.
Quise callar mi lamento entre sus piedras perdidas,
y gritar tranquilo al viento al ver fechas reprimidas.
En Hoyo de Manzanares sigue corriendo la vida,
es de los tristes lugares que tienen luz encendida.
No me gritéis en la noche, no busquéis senda perdida,
nadie puede poner broche a un tiempo de despedida.
Mis manos sienten decoro, no son luces reprimidas,
nadie sueña buscar oro en las tardes deslucidas.
Piedras llenas de silencio, piedras que saben de vida,
que nadie las ponga precio ni piense que fue elegida.
Luces que marcan la noche como una antorcha encendida,
la oscuridad es derroche que quiere verse escondida.
Cuando la noche se acaba y temes la luz del día,
el corazón nunca alaba su penosa melodía.
Desde El Picazo mirando una senda protegida,
la mente sigue pensando que poco vale una vida.
Hay silencios que se funden en penosa letanía,
y muchas veces confunden cuando buscan armonía.
Piedras que tiene el entorno que no fueron maravilla,
todo la sierra es contorno de mucha gente sencilla.
No quiero cantarle al viento, ni llorar por sus esquinas,
la vida da sufrimiento sin saber de las encinas.
Cuando ves llorar al viento al chocar en sus colinas,
te llenas de sentimiento al ver solas muchas cimas.
No busco besos ni flores ni quiero frases divinas,
puede que existan amores más allá de sus colinas.
Que la tarde no se niegue en sus horas más altivas,
ni que la noche despliegue los lamentos que se activan.
G X Cantalapiedra.