LA REBELIÓN DE LOS JABALIES
Vienen buscando la noche
entre brisas refrescantes,
y no temen al derroche
de los buenos vigilantes.
Buscan el verdor con agua
pisando urbanizaciones,
y quieren trazar su pascua
si no logran sus raciones.
Mientras se riegan los verdes
con sus buenos aspersores,
estas fieras no se pierden
ni temen a los señores.
En El Picazo marcando
sus infinitas razones,
su campo se va cercando
sin darles las soluciones.
Hoy se rebelan con furia
destrozando los jardines,
y no comenten lujuria
en esos bellos confines.
Era el campo de sus padres
y a la vez de sus abuelos,
hoy caminan como errantes
sin saber que son consuelos.
Amarrados a su vida
de trotamundos con ruta,
dicen que no hacen herida
con esa furia absoluta.
Vecinos que no comprenden
a los buenos animales,
dicen que solo se ofenden
cuando no se ven normales.
Viven entre los clamores
de unos paisajes distintos.
son temidos con amores
y tienen muchos instintos.
G X Cantalapiedra.
Vienen buscando la noche
entre brisas refrescantes,
y no temen al derroche
de los buenos vigilantes.
Buscan el verdor con agua
pisando urbanizaciones,
y quieren trazar su pascua
si no logran sus raciones.
Mientras se riegan los verdes
con sus buenos aspersores,
estas fieras no se pierden
ni temen a los señores.
En El Picazo marcando
sus infinitas razones,
su campo se va cercando
sin darles las soluciones.
Hoy se rebelan con furia
destrozando los jardines,
y no comenten lujuria
en esos bellos confines.
Era el campo de sus padres
y a la vez de sus abuelos,
hoy caminan como errantes
sin saber que son consuelos.
Amarrados a su vida
de trotamundos con ruta,
dicen que no hacen herida
con esa furia absoluta.
Vecinos que no comprenden
a los buenos animales,
dicen que solo se ofenden
cuando no se ven normales.
Viven entre los clamores
de unos paisajes distintos.
son temidos con amores
y tienen muchos instintos.
G X Cantalapiedra.