ESPERANDO A LOS JABALIS
Fueron dos noches seguidas
con la escopeta cargada,
hubo intenciones perdidas
al llegar la madrugada.
Los jabalís lo notaron
que las armas se disparan,
y en su guarida dejaron
muchas intenciones claras.
Al tercer día salieron
pero todos en manada,
y los arbustos partieron
con la pradera dañada.
Los vecinos asustados
no quisieran noches largas,
los jabalís angustiados
vuelven las horas amargas.
Sus colmillos tenebrosos
hoy no conocen las jaulas,
en sus pasos horrorosos
pudieran romper sus tablas.
Bajan buscando comida
entre piedras milenarias,
temiendo sufrir la herida
de las hambrunas diarias.
La noche se vuelve ciega,
nadie por las calles anda,
con el miedo se despliega
toda la enorme manada.
Cerrando puertas con hierro
esperan las madrugadas,
cada cual tiene su encierro
en sus viviendas compradas.
Las noches están desiertas
temiendo las emboscadas,
no existen puertas abiertas
y las mentes van quemadas.
G X Cantalapiedra.
Fueron dos noches seguidas
con la escopeta cargada,
hubo intenciones perdidas
al llegar la madrugada.
Los jabalís lo notaron
que las armas se disparan,
y en su guarida dejaron
muchas intenciones claras.
Al tercer día salieron
pero todos en manada,
y los arbustos partieron
con la pradera dañada.
Los vecinos asustados
no quisieran noches largas,
los jabalís angustiados
vuelven las horas amargas.
Sus colmillos tenebrosos
hoy no conocen las jaulas,
en sus pasos horrorosos
pudieran romper sus tablas.
Bajan buscando comida
entre piedras milenarias,
temiendo sufrir la herida
de las hambrunas diarias.
La noche se vuelve ciega,
nadie por las calles anda,
con el miedo se despliega
toda la enorme manada.
Cerrando puertas con hierro
esperan las madrugadas,
cada cual tiene su encierro
en sus viviendas compradas.
Las noches están desiertas
temiendo las emboscadas,
no existen puertas abiertas
y las mentes van quemadas.
G X Cantalapiedra.