HOYO DE MANZANARES: ENTRE LA TORTUGA Y EL PICAZO...

ENTRE LA TORTUGA Y EL PICAZO
Los años se van marchando, entre brisas de su sierra, En Hoyo siguen pensando que el final es bajo tierra.. Aquella mujer tan joven, aquella mujer tan bella, en el misterio se esconden, nubes que tapan estrellas. Los caminos de Madrid que salen desde la sierra, no todo el mundo es feliz al ver el sueño que encierra. Caminantes del Picazo, escaladores de sierra, La Tortuga tiene un plazo al ver que la nieve entierra. Los jabalís se preguntan por qué les roban su tierra, y en Hoyo sí que se asustan al ver que el misterio encierra. La Tortuga y el Picazo, laderas que tienen hiedra, Las canteras tienen plazo al ser su fuerte la piedra. Sentir ecos en la noche de algunas personas muertas, es conocer el reproche de muchas horas inciertas. El Picazo de testigo, La Tortuga sigue muerta, en Hoyo se ve el castigo de alguna condena incierta. Miro despacio las cimas, si la tormenta se aumenta, en Hoyo saben de climas cuando el pueblo se lamenta. La Tortuga y El Picazo los jabalís dejan huellas, ellos no quieren el lazo en noches que son de estrellas. Una voz sentí tranquila, en una noche desierta, cuando la muerte perfila a cualquier persona muerta. Los ecos siguen sonando de alguna campana incierta, en Hoyo se va pensando que la mente está despierta. La Tortuga y El Picazo, tienen su puerta hoy abierta, en Hoyo no existe plazo si la montaña revienta. Siento las brisas del frío si la nieve se presenta, Aquí no existe ese río aunque la historia lo inventa. Las palabras de la sierra parece que son risueñas, dicen que saben de guerra y no quieren ser pequeñas. En Hoyo de Manzanares hay luces y sombras negras, es de los bellos lugares donde viven muchas fieras. La voz de esta tierra grita queriendo romper cadenas, mientras el aire se agita sin levantar las arenas. Hay hierros que van volando con motores sin fronteras, que a su paso van dejando algunas viejas quimeras. No quiero gritos perdidos en sus bellas arboledas, ni corazones heridos que saben de tristes sendas. En Hoyo de Manzanares se nota la primavera, el calor en sus hogares hace feliz cierta espera. El Picazo y La Tortuga tienen marcadas sus sendas, y el jabalí no se arruga ni quiere penosas riendas.
G X Cantalapiedra.