HOYO DE MANZANARES ENTRE EL VIRUS CORONA Y LOS JABALÍS
Esta el verano llegando con sus nuevas vibraciones, los turistas van pensando en nuevas complicaciones. Los jabalís son los dueños de las faldas de esas sierras, donde se conocen sueños que los bichos desentierran. En La Plaza de Cervantes, los jabalís bien protestan, comentan que sus abuelos los derechos no se ausentan. El Picazo sigue vivo, su barrio también comenta, que se notan los destrozos que dejaron en su hierba. Los jabalís en manada siguen causando los daños, se nota cualquier mañana, que quieren subir peldaños. El ayer fue su terreno, en Hoyo tiene sentido, y piensan que es un veneno el sentirse perseguido. Rompen cercas y praderas, los jabalís por la noche, ellos ponen sus fronteras en cualquier perdida noche, El Picazo como barrio se siente desprotegido, los jabalís sin salario buscan su coto elegido. Cuando se invade la tierra de los jabalís cazados, ven que el futuro se encierra en paisajes malogrados. En Hoyo te dan razones, que parecen ser fatales, llegando a las conclusiones, de las causas naturales. Por la noche sientes miedo al ver de cerca manadas, los jabalís en su credo dejan sus huellas grabadas. Cada cual va reclamando los papeles que les dieron, los chalet siguen notando, que mucho les ofrecieron. Los jabalís se defienden de las cazas sin permiso, y sobre su mente entienden, que no cumplen los avisos. Cuando se rompen las cartas que da la Naturaleza, empiezan a verse causas que nunca dan fortaleza. En Hoyo siempre existieron los jabalís en manada, y aunque se le persiguieron buscaron la madrugada. Cada cual en su camino un jabalí lo gritaba, pero un ser siempre maligno muy pronto les disparaba. En Hoyo quedan reflejos de las tristes alboradas, piensan que no quedan lejos las mañana amargadas. Los jabalís se defienden, entre las encinas raras, muchos jabalís entienden que faltan las notas claras. El mañana va gritando, y hay ecos con esperanzas, por detrás se van quedando muchos sueños sin balanzas. Los jabalís se despiertan, las voces quedan calladas, en El Picazo se alertan viendo sus vidas cortadas. Las praderas están rotan, las piscinas hoy cerradas, los jabalís alborotan muchas voces complicadas. Sentir el miedo en la noche con la Luna bien tapada, quisieras poner el broche a la terrible manada. El mañana será libre, algún jabalí reclama, sobre papeles se escribe y la propiedad lo aclama.. El tiempo pasa factura, con sus aires de proclama, dicen que se ve locura al no ver nunca una llama. Piedras que siguen calladas, entre pasos misteriosos, hay nuevas calles trazadas con jabalís vanidosos. Que nadie se sienta hoy libre en esta tierra soñada, el jabalí nos describe, que fue su zona cambiada. En Hoyo de Manzanares los jabalís se desplazan, ocupando los lugares de algunas bonitas plazas…. G X Cantalapiedra. 14 - 6 - 2020.
Esta el verano llegando con sus nuevas vibraciones, los turistas van pensando en nuevas complicaciones. Los jabalís son los dueños de las faldas de esas sierras, donde se conocen sueños que los bichos desentierran. En La Plaza de Cervantes, los jabalís bien protestan, comentan que sus abuelos los derechos no se ausentan. El Picazo sigue vivo, su barrio también comenta, que se notan los destrozos que dejaron en su hierba. Los jabalís en manada siguen causando los daños, se nota cualquier mañana, que quieren subir peldaños. El ayer fue su terreno, en Hoyo tiene sentido, y piensan que es un veneno el sentirse perseguido. Rompen cercas y praderas, los jabalís por la noche, ellos ponen sus fronteras en cualquier perdida noche, El Picazo como barrio se siente desprotegido, los jabalís sin salario buscan su coto elegido. Cuando se invade la tierra de los jabalís cazados, ven que el futuro se encierra en paisajes malogrados. En Hoyo te dan razones, que parecen ser fatales, llegando a las conclusiones, de las causas naturales. Por la noche sientes miedo al ver de cerca manadas, los jabalís en su credo dejan sus huellas grabadas. Cada cual va reclamando los papeles que les dieron, los chalet siguen notando, que mucho les ofrecieron. Los jabalís se defienden de las cazas sin permiso, y sobre su mente entienden, que no cumplen los avisos. Cuando se rompen las cartas que da la Naturaleza, empiezan a verse causas que nunca dan fortaleza. En Hoyo siempre existieron los jabalís en manada, y aunque se le persiguieron buscaron la madrugada. Cada cual en su camino un jabalí lo gritaba, pero un ser siempre maligno muy pronto les disparaba. En Hoyo quedan reflejos de las tristes alboradas, piensan que no quedan lejos las mañana amargadas. Los jabalís se defienden, entre las encinas raras, muchos jabalís entienden que faltan las notas claras. El mañana va gritando, y hay ecos con esperanzas, por detrás se van quedando muchos sueños sin balanzas. Los jabalís se despiertan, las voces quedan calladas, en El Picazo se alertan viendo sus vidas cortadas. Las praderas están rotan, las piscinas hoy cerradas, los jabalís alborotan muchas voces complicadas. Sentir el miedo en la noche con la Luna bien tapada, quisieras poner el broche a la terrible manada. El mañana será libre, algún jabalí reclama, sobre papeles se escribe y la propiedad lo aclama.. El tiempo pasa factura, con sus aires de proclama, dicen que se ve locura al no ver nunca una llama. Piedras que siguen calladas, entre pasos misteriosos, hay nuevas calles trazadas con jabalís vanidosos. Que nadie se sienta hoy libre en esta tierra soñada, el jabalí nos describe, que fue su zona cambiada. En Hoyo de Manzanares los jabalís se desplazan, ocupando los lugares de algunas bonitas plazas…. G X Cantalapiedra. 14 - 6 - 2020.